La respuesta a una necesidad urgente
En el programa premiado en ABC, 20/20, Barbara Walters preguntó
recientemente, “¿Qué pensaría usted si su hijo de doce años llegaría
a casa y diría que un adulto le había persuadido a cambiar su
religión?” Esta pregunta introdujo el cuento de un joven que se forzó
a convertirse tres meses antes de su Bar Mitzvah. Su conversión tuvo
lugar durante un programa para jóvenes que se celebró en una iglesia
bautista del sur. El miembro de la iglesia que habló con este joven le
dijo que él podría ser “judío y cristiano a la vez.” El informe aclaró
bien que una amenaza seria a la comunidad judía asumió nuevas proporciones.
Según recientes encuestas de Gallup y de Harris, hay más de 70
millones de cristianos “renacidos” en Norte América, muchos de los
cuales están convencidos que para que regrese Jesús, el pueblo judío
tiene que convertirse primero al cristianismo. Las denominaciones
cristianas tales como the Southern Baptist Convention – que pasó una
resolución en 1996 eligiendo como blanco a los judíos para ser convertidos
- y The Assemblies of G-d, así como otros grupos cristianos
innumerables de alcance mundial, contribuyen más de $250 millones
por año para evangelizar agresivamente a los judíos. Estos cristianos
evengélicos han establecido “sinagogas hebreas cristianas” especiales
para atraer a los judíos. Tales “sinagogas” han crecido de 20 hasta más
de 400 en los últimos veinte años.
Los misioneros convencen a sus reclutas que no son judíos completos
hasta que acepten a Jesús como el Mesías, y que un judío
mantiene su identidad después de haberse convertido al cristianismo.
Según un estudio de población del Consejo de Federaciones Judías en
1990 en Norte América sóla, más de 600,000 judíos se identifican con
algún tipo de cristianismo. Durante los últimos 25 años, más de
275,000 judíos mundialmente han sido convertidos específicamente
por misioneros que usan tácticas que encubren las creencias cristianas
bajo el disfraz de judaísmo. El Evangelio lo predican “rabinos
mesiánicos” que llevan yarmulkas (casquetes) y talleisim (chales de
oración) en los servicios de “Shabbat” y “Fiestas Religiosas” [Rosh
Hashana y Yom Kipur.] Estos “cristianos hebreos” promueven su fé
cristiana usando un nombre nuevo: “Judaísmo Mesiánico.”
Estos grupos han influído a las iglesias evengélicas a seguir las
mismas técnicas engañosas. Por la primera vez en la historia, los
judíos son acogidos con beneplácito por la iglesia y les dicen que
pueden mantener su identidad judía. Luego los miembros de la iglesia
presentan al judío a “alguien judío que haya aceptado al Señor.” Este
método de ganar prosélitos aumenta el número de intermediarios,
quienes sirven de conductos a los misioneros “cristianos hebreos”, incluyendo
asociados cristianos en el trabajo, en la escuela, y en marcos
sociales. Además, nuevos programas tales como el parque de $16 millones
en Orlando, Florida, llamado La Experiencia de la Tierra Santa,
y conferencias ambulantes como “Al Judío Primero en el Nuevo
Milenio” son campamentos de instrucción virtuales para enseñar a los
cristianos la manera eficaz de evangelizar a sus conocidos judíos.
Contrario a la percepción popular, no son solamente los judíos inestables
emocionalmente los que llegan a ser víctimas a los esfuerzos
de los misioneros; en realidad, todos los judíos son susceptibles. A
menudo los misioneros eligen como blanco el campus universitario,
los hospitales, los programas para rehabilitación de drogas, las
residencias de jubilados, y los centros comerciales en vecindades
judías, tanto como la comunidad Israelí, los inmigrantes soviéticos, y
los matrimonios entre personas de distintas religiones. Ellos adredemente
citan mal, traducen mal, e interpretan mal la Escritura Judía y
los textos rabínicos con el intento de “comprobar” que Jesús fué el
Mesías judío y Diós a la vez. Su esfuerzo a hacer que el judaísmo no
sea legítimo, conjuntamente con su explotación engañosa de símbolos
judíos, artefactos religiosos, y aún la música tradicional, sirven para
confundir al converso potencial, haciéndolo más vulnerable.
Estos grupos misioneros – más de 900 sólo en Norte América –
funcionan mundialmente, y se pueden hallar en casi todos los centros
de población judía. Algunas juntas directivas en este movimiento
tienen fuerza política importante; a una de ellas aún le ha sido concedido
el estatus de “observadora” en las Naciones Unidas. Algunos grupos
han fundido escuelas “judías mesiánicas” para jóvenes y
“yeshivot” en los que producen “rabinos mesiánicos.” Hay más de 100
"congregaciones mesiánicas” en Israel, y más de 38 en la antigua
Unión Soviética. Estos grupos atacan casi exclusivamente a los judíos
no educados, no afiliados, y enajenados.
Respondiendo a esta amenaza que va en continuo aumento,
Judíos para el Judaísmo Internacional fué establecido en 1986. El
único recurso contra-misionero de alcance mundial y red de alcance
exterior, Judíos para el Judaísmo tiene sucursales en Los Angeles;
Nueva York; Baltimore; Washington, D.C.; Toronto; Johannesburgo,
Sud Africa; y Melbourne, Australia. Sus dos metas primarias son la
educación preventiva y la reconquista de esos judíos que hayan sido
influídos por los misioneros.
Judíos para el Judaísmo alcanza estas metas asesorando a “cristianos
hebreos”, observando la actividad misionera y ofreciendo una
oficina de conferencias y cursos intensivos contra los misioneros.
Judíos para el Judaísmo es también pionero en el uso de publicidad
audiovisual y en la distribución de alcance mundial de materias contra-
misioneras. Hemos producido una selección amplia de literatura y
de cintas de audio y de vídeo, disponibles en inglés, en ruso, y subtítulos
para personas con pérdida de la capacidad auditiva. Además, tenemos
un website muy aclamado – www.jewsforjudaism.org.
El mejor antídoto a los misioneros y cultos “cristianos hebreos” es
una comunidad judía educada y dedicada. Judíos para el Judaísmo
ofrece algunos programas que perfilan el carácter y el alcance de los
esfuerzos para convertir a los judíos, y que explica cómo contrarrestarlos.
Estos cursos fomentan el conocimiento de las técnicas misioneras,
incluso mentiras y engaños usados por los grupos misioneros que describen
engañosamente el judaísmo.
Los judíos a menudo son confundidos e intimidados por los misioneros.
Es importante que entendamos los defectos teológicos en el
argumento “cristiano hebreo” que aceptar a Jesús es el cumplimiento
del judaísmo. Mientras que la mayoría de los judíos sabemos que no
aceptamos a Jesús como el Mesías o Dios, pocos pueden explicar por
qué.
Por esto, Judíos para el Judaísmo también proporciona
actividades de extensión, actividades de extensión a judíos rusos, y actividades
de extensión a “los cristianos hebreos.” Asistencia sociopsicológica
voluntaria es disponible para los que se hayan envuelto en un
grupo “cristiano hebreo.” Basado en la premisa que el individuo no
tuviera bastante información para hacer una decisión fundamentada, a
él o a ella se le presentan los argumentos judíos para contrariar la perspectiva
cristiana. Algunos de nuestros sucursales han desarrollado
grupos de apoyo que ofrecen entendimiento y aliento a individuos y
familias afectados por misioneros y cultos.
¿Cuánto éxito ha tenido Judíos para el Judaísmo? Hay una posibilidad
de 60 a 70% que cualquier persona judía que haya pensado en
convertirse al cristianismo, o que ya se haya convertido, volverá al judaísmo
si está dispuesta a escuchar el punto de vista judío. La mayoría
de estos individuos se van de nuestro servicio de asistencia con un
orgullo renovado en y un aprecio trascendental de su patrimonio judío.
LA OBSESION POR CONVERTIR A LOS JUDIOS
Durante la década pasada ha habido un aumento alarmante de la influencia
del cristianismo evangélico. Este aumento ha sido acompañado
por un aumento asombroso en actividades misioneras cristianas
que eligen como blanco para conversión a los judíos. El presupuesto
anual para un grupo misionero como “Judíos para Jesús,” es más de
$12 millones. Bastante más de 1,000 grupos misioneros, que trabajan
activamenta para convertir a los judíos, gastan más de $250 millones
cada año en sus esfuerzos. Patrocinan centenares de misioneros que trabajan
una jornada completa, así como también programas de televisión
y radio, y han creado más de 400 “sinagogas mesiánicas,” que se esfuerzan
por aparecer judías pero, en realidad, son cristianas.
TACTICAS DE CONVERSION DE LOS MISIONEROS
Estos grupos usan tres clases de táctica engañosa para atraer a los
judíos. En primer lugar, dan a entender que un judío puede retener su
judaísmo aún después de convertirse. En segundo lugar, a menudo citan
mal, traducen mal, y describen engañosamente la Sagrada
Escritura Judía y textos rabínicos para comprobar sus pretensiones. En
tercer lugar, tratan de hacer que el judaísmo no sea legítimo pretendiendo
que el cristianismo es el único camino a Dios y a la salvación.
Además, muchos grupos misioneros emplean tácticas alarmistas e
intimidación para disuadir a individuos de hablar con rabinos, de ese
modo impediéndoles tener la oportunidad de oír un punto de vista
contrario.
Tal táctica engañosa es moralmente reprensible a los judíos y a los
no judíos por igual. Entre los muchos grupos cristianos que han condenado
públicamente los movimientos “cristianos hebreos” se encuentran:
The Episcopal Bishops of Maryland; The Archdiocese of
Harrisburg, PA; The National Conference of Catholic Bishops,
Washington, DC; The Campus Ministry Board at American University
in Washington, DC; The National conference of Christians and Jews
(Southern California Region); y The Interfaith Conference of
Washington, DC (un grupo que incluye el Archidiócesis Católico
Romano tanto como grupos Bautistas y Protestantes de la línea central.)
EL ALCANCE DEL PROBLEMA
A pesar de una censura tan general, los esfuerzos de los “cristianos
hebreos” han tenido alarmante éxito. Según la revista cristiana
Charisma, “Más judíos han aceptado a Jesús como su Mesías en los
19 años pasados que en los 19 siglos pasados.”* La mayoría de las autoridades
dicen que hay más de 275,000 conversos judíos al “cristianismo
hebreo” en todo el mundo.
El Talmud (Sanhedrin 37a) enseña que “Quienquiera salva una
sola alma judía es como si él salvara un mundo entero.” Este pasaje
subraya la importancia de ayudar a cada individuo. Aunque sólo una
persona judía fuera engañada, nuestra preocupación sería grande.
Cuando esto se multiplica por centenares de miles, la angustia y la inquietud
son mucho más marcadas.
“A LOS JUDIOS PRIMERO”
La mayor parte de la gente ha oído hablar del grupo misionero
“Judíos para Jesús.” Sin embargo, no hay “Budistas para Jesús” ni
“Hindúes para Jesús.” Por lo visto, los evangélicos cristianos están
más obsesionados por convertir a los judíos que por convertir a
cualquier otro grupo. Hay razones tanto teológicas como psicológicas
para explicar esta obsesión histórica.
LA OBSESION TEOLOGICA
El evangelio cristiano se describe como “al judío primero y también
al Greco [no judío]” (Epístola a los romanos 1:16.) Los cristianos
evangélicos fundamentalistas interpretan este pasaje como un mandato
para convertir a todo el mundo, pero especialmente a los judíos.
Muchos cristianos fundamentalistas creen que los judíos son la
llave para efectuar “El Segundo Advenimiento” de Jesús y la
salvación de toda la humanidad. Para probar su punto, citan los
pasajes, “La salvación es de los judíos” (Juan 4:22) y “No me verán
hasta que ustedes [los judíos] digan, Bendito sea el [Jesús] que viene
en el nombre del Señor.” (Mateo 23:39)
Algunos creen que el regreso de Jesús depende de la conversión
de precisamente 144,000 judíos (basado en el séptimo capítulo del
Apocalipsis) y que los demás judíos se aniquilarán durante la gran
tribulación que va a acompañar al regreso de Jesús. En las palabras de
Ricard Yao, que fué fundamentalista no-judío:
“Lo que preocupa en todo esto es que millones de personas en este
país se acostumbran a la idea que está bien que millones y millones
de judíos mueran en este holocausto [tribulación], porque eso es
un requisito para que Jesús vuelva. Yo creo que eso es muy, muy
espantoso.”
LA OBSESION PSICOLOGICA
Puesto que el concepto de un Mesías fue originalmente y exclusivamente
un concepto judío, el rechazamiento de Jesús por los judíos
como el Mesías siempre ha planteado una paradoja y un dilema para
la iglesia cristiana. Por eso, en los ojos de muchos fundamentalistas
evangélicos, en cada conversión de un judío al cristianismo se hace
una corroboración de su fé.
Por siglos, la respuesta al rechazamiento judío de Jesús ha sido la
persecución de judíos racionalizada como el castigo divino de parte de
Diós por haber rechazado a Jesús. El fuego de prejuicio fue avivado
por pasajes del Nuevo Testamento tales como:
“Ustedes [judíos] son de su padre el diablo.” (Juan 8:44)
“Los judíos que mataron a Jesús así como a los profetas, y nos expulsaron,
no agradan a Dios.” (I Tesalonios 2:15)
“Todo el pueblo [judíos] contestó y dijo, que su sangre esté en
nosotros y en nuestros hijos.” (Mateo 27:25)
La mayor parte de los fundamentalistas sostendrán que los responsables
por las atrocidades contra los judíos no eran “verdaderos”
cristianos. Sin embargo, según muchos historiadores, es precisamente
tal retórica del Nuevo Testamento la responsable de crear una atmósfera
en la cual era posible que tales acontecimientos ocurrieran.*
Hoy, después de casi 2,000 años de rechazamiento judío de Jesús,
todavía existe el dilema. Es por esta tremenda necesidad teológica y
psicológica que los cristianos fundamentales han comprometido millones
de dólares para desarrollar nuevas técnicas sofisticadas y
muchas veces engañosas para convertir a los judíos.
“christianos hebreos”:
paradoja biblica o realidad religiosa
Muchos individuos están confundidos por los argumentos de los
“cristianos hebreos” e ignoran la respuesta judía a las
declaraciones de los “cristianos hebreos” que:
1) Los judíos pueden mantener su identidad judía después de convertirse.
2) La Biblia Judía está llena de referencias proféticas a Jesús.
3) La salvación espiritual y las relaciones personales con Dios sólo
se pueden conseguir por Jesús.
4) Los milagros “comprueban” la validez del cristanismo.
5) La creencia cristiana en la Trinidad de Dios es compatible con el
judaísmo.
Es nuestra esperanza que examinando cada afirmación y la
respuesta judía correspondiente, la posición judía va a estar claramente
entendida.
Declaracion # 1:
“LOS JUDIOS PUEDEN MANTENER SU IDENTIDAD
JUDIA DESPUES DE CONVERTIRSE“
En su intento a convertir a los judíos, los misioneros declaran que
se puede seguir siendo judío mientras se practica el cristianismo.
El uso de terminología como “judío mesiánico”, “cristiano hebreo”,
y “judío para Jesús” no es nada más que un intento engañoso
de representar a judíos conversos como judíos.* En realidad, los misioneros
incluso mantienen que un judío que acepte a Jesús (o
“Yeshua,” como lo llaman) es “un judío completo,” queriendo decir,
claro, que todos los otros judíos son incompletos.
La falsificación y el engaño empleado en este intento de
disfrazar la seriedad de la conversión de un judío al cristianismo se
refleja de un modo parecido en el abuso extenso de símbolos y
costumbres judías, en la invención de textos judíos, y en la falsificación
de los antecedentes y de la educación judía de muchos “cristianos hebreos.”
Muchos jefes “cristianos hebreos” fraudulentamente se refieren
a sí mismos como “rabinos” y a sus lugares de culto como “sinagogas.”*
Esta táctica se emplea en un intento de hacer su versión del cristianismo
más aceptable a los judíos que tratan de convertir. No
obstante, en las palabras de uno de los numerosos grupos cristianos
que condenan “el cristianismo hebreo,” “Esta técnica de ganar prosélitos
equivale a conversiones forzadas y debe de ser condenada.” (De
una declaración aprobada por the Interfaith Conference of
Metropolitan Washington, DC.)
◆La Respuesta Judia ◆
Sigue siendo un hecho que, no obstante los intentos superficiales
de parecer judío, el término “cristiano hebreo,” o “judío para Jesús,”
es un oxímoron y una contradicción teológica.
Los llamados “cristianos hebreos” sostienen que una persona que
nace judío nunca puede perder su patrimonio o su herencia. Sin embargo,
la Biblia enseña que las creencias de una persona sí influyen en
su condición de judío y que una persona que nació judío puede en alguna
ocasión temporalmente dejar de llamarse judío.
En el libro de Reyes, a Elías el profeta le mandan a reprender a
aquellos judíos que adoraban a un dios extranjero llamado Baal. En
Reyes I 18:21, Elías les dice, “¿Hasta cuándo van a vacilar entre dos
opiniones? Si el Señor es Dios, sígalo: pero si Baal, síganlo a él.” En
otras palabras, usted es o un judío o alguien que adora a Baal; no se
puede ser los dos. La historia concluye con los judíos renunciando su
camino idólatro y regresando al judaísmo.
De aquí derivamos una lección importante. Un judío que sigue
otra religión es judío sólo hasta el punto que conserva una obligación
espiritual de arrepentirse y a volver al judaísmo. Sin embargo, en
cuanto sus creencias sean idólatras y extranjeras al judaísmo, él no
puede llamarse judío. (Es importante notar que un judío no practicante
es distinto de un judío que haya escogido un camino extranjero.)
La Torá enseña que a los judíos y a los no judíos se les dan distintos
caminos para llegar a Dios. Un judío está obligado a seguir la Torá,
mientras que un no judío tiene que cumplir las siete leyes de los hijos
de Noé.* Un grupo no es superior al otro, simplemente diferente. Por
eso, ciertas creencias y costumbres, como comer carne de cerdo, se les
permite a los no judíos pero no a los judíos. De un modo parecido, la
mayor parte de las creencias cristianas acerca de Dios, la salvación, y
el Mesías no violan la alianza de Noé para los no judíos, pero están
absolutamente prohibidas para los judíos. Por eso el término “judío
mesiánico,” “cristiano hebreo,” o “judío para Jesús,” es una contradicción.
declaracion # 2
“LA BIBLIA JUDIA ESTA LLENA DE
REFERENCIAS PROFETICAS A JESUS”
“Los cristianos hebreos” creen que Jesús fue el Mesías prometido,
y tratan de probar esto citando varios pasajes de la Biblia
Judía. Tales citas le pueden parecer impresionantes, arrolladores, y
confusas a alguien con sólo un conocimiento superficial del judaísmo
y sin ningún dominio de la lengua hebrea.
◆La respuesta judia ◆
1) La única razón que estos pasajes, o llamados “proof texts” [textos
que prueban cierta hipótesis], parecen referirse a Jesús es porque
han sido citados mal, traducidos mal, o arrancados del contexto. Como
demuestran claramente los siguientes ejemplos, cualquier obra escrita,
si está traducida mal o arrancada del contexto, puede ser usada para
sugerir sgnificados que nunca fueron deseados.
El Nuevo Testamento no es excepción. Por ejemplo, en el Nuevo
Testamento (Lucas 14:26), Jesús se cita diciendo:
“Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer,
e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun su propia vida, no puede
ser mi discípulo.”
Una lectura inicial de este verso da la impresión que uno tiene que
odiar a su familia, y hasta sí mismo, como requisito previo para ser
cristiano. Sin embargo, cualquier cristiano que se confronte con una
lectura literal de este pasaje va a reaccionar en tono defensivo e insistir
que el versículo de ninguna manera significa eso. Sólo parece así, él o
ella explicará, porque [el pasaje] se lee fuera del contexto y sin traducción
propia.
Esto es precisamente el punto que queremos establecer. Lo que
dice un versículo y lo que significa pueden ser cosas completamente
distintas. Antes de que se pueda entender cualquier versículo correctamente,
sea de la Escritura Judía o del Nuevo Testamento, tiene que
leerse en contexto y con una traducción exacta.
De un modo parecido, cuando un misionero cita un versículo de la
Escritura Judía, se debe averiguar que el versículo se reproduce correctamente.
Por ejemplo, Salmo 22:17 de la Biblia Hebrea, cuando se
traduce correctamente, dice “Rodearon mis manos y mis pies como un
león,”* refiriédose al Rey David perseguido por sus enemigos, a
quienes a menudo se refiere como un león (como en Salmos 7 y 17).
Pero, cuando se lee fuera del contexto y traducido mal come
“Horadaron mis manos y mis pies,” como aparece en versiones cristianas,
el pasaje intencionalmente evoca pensamientos de Jesús.
Este ejemplo demuestra solamente uno de los muchos versículos
que los misioneros tuercen y traducen mal para convenir con sus
propósitos. El judaísmo tiene una respuesta y una explicación para
cada caso semejante. La regla empírica es preguntar siempre: “Se leen
estos versículos en contexto y con una traducción exacta?”
Tristemente, la mayor parte de “los cristianos hebreos” ciegamente
aceptan la interpretación cristiana sin jamás haber oído ni completamente
entendido el punto de vista judío.
Después de una reexaminación libre de perjuicios de los dos
lados, miles de “cristianos hebreos” han vuelto al judaísmo.
2) Los misioneros a menudo usan el Nuevo Testamento como
prueba que los sucesos o las profecías en sus pasajes mal traducidos se
han realizado. Sin embargo, a una persona que conozca la Biblia
Judía, es evidente que la “infalibilidad” pregonada (esto es, la falta de
error) del Testamento Nuevo es muy dudoso. Consideren los
siguientes ejemplos:
a) En tres distintos lugares en la Biblia Judía, (Génesis 46:27, Éxodo
1:5 y Deuteronomio 10:22,) se dice que el patriarca Jacob vino a
Egipto con una cantidad de 70 personas. Hechos 7:14 en el Nuevo
Testamento incorrectamente da este número como 75.
b) Hebreos 8:8-13 del Nuevo Testamento, cuando cita a Jeremías,
dice que Dios reemplazó Su Pacto con los judíos con un “Nuevo
Pacto,” declarando que, porque los judíos no cumplieron con el
“Viejo Pacto,” Dios “desentendió de ellos.” Sin embargo, el texto hebreo
original en Jeremías 31:32 de la Biblia Judía no dice que Dios no
sentía cariño por ellos, sino que Él “quedó un esposo de ellos.”
Algunos cristianos interpretan su traducción a significar que Dios
rompió su Pacto y rechazó al pueblo judío. Esto completamente no
concuerda con la postura Bíblica que los mandamientos son para
siempre (Salmo 119:151-152) y que Dios prometió nunca rechazar ni
romper Su Pacto* con los judíos. (Jueces 2:1 y Levítico 26:44-45)
c) Hebreos 10:5 del Nuevo Testamento, cuando cita Salmo 40, declara
que Dios reemplazó los sacrificios de animales con la muerte del
Mesías, diciendo que, “sacrificios y ofrenda no quisiste; mas me
preparaste cuerpo.” Sin embargo, la cita original de Salmo 40:6 no
dice esto; dice, “los sacrificios y ofrendas de harina no quisiste; Mis
oídos has abierto.” Esto refiere al deseo de Dios que Le
obedezcamos, como dice, “Ciertamente–el obedecer es mejor que el
sacrificio.” (I Samuel 15:22)
Los cristianos fundamentales fácilmente aceptan la Escritura Judía
como la palabra inspirada e “infalible” de Dios y como el fundamento
del Nuevo Testamento. Si fueran lógicamente consecuentes, resultaría
que, dondequiera que el “Antiguo” y el “Nuevo” Testamentos
contradicen el uno al otro, hay que reconocer que evidentamente el
Nuevo Testamento es el que está equivocado.
DECLARACION # 3
“LA SALVACION ESPIRITUAL Y RELACIONES
PERSONALES CON DIOS SOLAMENTE
PUEDEN CONSEGUIRSE POR JESUS”
Los misioneros declaran que “todos pecaron y están destituidos de
la gloria de Dios” (Romanos 3:23), y que no hay salvación del
pecado ni ninguna posibilidad de relaciones personales con Dios sin fé
en Jesús. Específicamente con respecto a los judíos, ellos sostienen
que los judíos siempre han necesitado sacrificios de sangre de animales
para librarse de pecado. Ya que los sacrificios fueron abolidos después
de la destrucción del Templo en Israel, declaran que hoy los judíos
pueden hallar salvación de pecado solamente teniendo fé en Jesús,
quien “murió en la cruz y virtió su sangre como el sacrificio final.”
◆Larespuesta judia ◆
La noción que nacemos condenados, y que sin el uso de sacrificios
de animales los judíos no pueden expiar sus pecados, representa
una mala interpretación de la Biblia Judía.
En primer lugar, la Biblia enseña que el pecado es un acto, no un
estado de ser. La humanidad fue creada con un intento del corazón a
hacer mal (Génesis 8:21), y la aptitud para enseñorearse de este intento
(Génesis 4:7) y escoger el bien sobre el mal (Salmo 37:27). En segundo
lugar, Dios nos dió un modo de borrar nuestros pecados.
Cuando los sacrificios eran necesarios, estaban encaminados a los
pecados por yerro (Levítico 4:1) y servían de un modo de motivar a
individuos al arrepentimiento verdadero. Muchos pasajes, incluso
Hosea 14, Reyes 8:44-52, y Jeremías 29:12-14, nos informan que hoy,
sin Templo ni sacrificios, nuestras oraciones sustituyen a los sacrificios.
Además, leemos, “Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado, un corazón quebrantado y contrito” (Salmo 51:17) y
“Misericordia y no sacrificios, el conocimiento de Dios más que holocaustos”
(Oseas 6:6). La Torá enseña que arrepentiendo, rezando, ayunando,
y haciendo todo lo bueno, todo el mundo tiene la habilidad de
regresar directamente a Dios.
Este concepto se ilustra perfectamente en los libros de Jonás y
Ester, en donde tanto los judíos como los no judíos se arrepentieron,
rezaron a Dios y fueron perdonados por sus pecados sin haber ofrecido
ningunos sacrificios.
Los misioneros a menudo interpretan mal la tradición judía que
“el sufrimiento de los justos es una forma de arrepentimiento.” Las
fuentes judías demuestran claramente que este concepto tiene que ver
solamente con el alivio del castigo Divino que fué decretado sobre el
pueblo judío en conjunto. No está relacionado con borrar el pecado de
un individuo. Cada persona tiene la responsabilidad de arrepentirse
directamente a Dios por sus propias transgresiones. (Ezequiel 18:20)
La palabra hebrea por arrepentimiento es teshuvah-vcua,, y
literalmente significa “regreso a Dios.” Nuestras relaciones personales
con Dios nos permiten dirigirnos directamente a Él en cualquier momento,
como dice en Malaquías 3:7, “Volveos a mí y yo me volveré a
vosotros,” y en Ezequiel 18:27, “Apartándose el impío de su
impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará
vivir su alma.” Además, Dios es extremamente misericordioso y perdonador
como se indica en Daniel 9:18, “No elevamos nuestros ruegos
ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas
misericordias.”
Contrario a la descripción en el Nuevo Testamento (Romanos
4:15-16) de los mandamientos como maldición y obstáculo, el Rey
David dice en Salmo 19:8 que “La Torá [la ley] del Señor es perfecta
restaurando el alma.”
El Rey Salomón dijo que el objeto principal de la humanidad es
creer en Dios y guardar sus mandamientos como dice en Eclesiastés
12:13-14: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y
guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.”
Deuteronomio 30:11-14 enseña que indudablemente este camino a
Dios está al alcance de la mano. Isaías 42:6 enseña que es el papel del
judaísmo y del pueblo judío enseñar este camino al mundo sirviendo
de “luz de las naciones.”
DECLARACION # 4
“LOS MILAGROS COMPRUEBAN
LA VALIDEZ DEL CRISTIANISMO”
Algunos “cristianos hebreos” sostienen que dirigiéndose a Jesús
cambió su vida y que, como resultado directo, aun han
experimentado milagros.
◆La respuesta judia ◆
Declaraciones de milagros y de cambios en la vida de alguien no
son únicamente de una religión. Los conversos a cultos y a otras religiones
también cuentan experiencias y acontecimientos milagrosos en
su vida. La Biblia Judía avisa que supuestos “milagros” pueden ser, en
realidad, una prueba de parte de Dios. Un ejemplo clásico de esto se
halla al principio de Capítulo 13 del libro Deuteronomio:
“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños,
y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio
que él te anunció, diciendo: ‘Vamos en pos de dioses ajenos,
que no conociste, y sirvámosles’; no darás oído a las palabras de
tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro
Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios
con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de
Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, y escucharéis su voz,
a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha
de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro
Dios.” (Deuteronomy 13:1-6)
Estos versículos nos enseñan que Dios puede permitir que un profeta
falso haga milagros para probarnos para averiguar si vamos a
seguir su voluntad o a ser despistados por llamados acontecimientos
milagrosos.
También vemos, en Éxodo 7:11, que los milagros no tienen que
atribuírse necesariamente a Dios. En este pasaje, Faraón manda que
sus hechiceros imiten, con sus encantamientos, los milagros que
Moisés y Aarón habían hecho.
Estos dos ejemplos ilustran que no podemos depender de los milagros
como comprobante que nuestras creencias sean correctas.
DECLARACION # 5
“LA CREENCIA CRISTIANA EN LA TRINIDAD
DE DIOS ES COMPATIBLE CON EL JUDAISMO”
La base de la teología cristiana incluye una creencia en la
encarnación corpórea de Dios, que Dios existe como una Trinidad,
y que Jesús fué un mediador entre Dios y el hombre. Los misioneros
“cristianos hebreos” declaran que esta teología es completamente
compatible con el judaísmo.
Como fué indicado antes, el judaísmo mantiene que ciertas creencias
pueden permitirse para los no judíos, pero no para los judíos. La
teología cristiana sobre Dios es un ejemplo de una creencia que se
prohibe absolutamente para los judíos según la Biblia Hebrea, como
demuestran las siguientes fuentes bíblicas:
1) El mandamiento de creer en la unidad absoluta de Dios fué
dado específicamente a los hijos de Israel (el pueblo judío), como dice
en la Shemá, Deuteronomio 6:4, “Oye, oh Israel, el Señor, nuestro
Dios, es uno.” El concepto expresado en este versículo no sólo rebate
la pluralidad de dioses, sino que también afirma que Dios es la única
auténtica existencia. Según la Biblia, Dios no es solamente infinito,
pero supera tiempo, espacio, y materia. Dios no tiene ni comienzo ni
fin, como dice en Isaías 44:6, “Yo soy el primero, y yo soy el postrero,
y fuera de mí no hay Dios.” Aunque el judaísmo cree que Dios se
manifiesta a Su creación (la humanidad) en muchas maneras, (esto es,
como juez o protector) la esencia misma de Dios es indivisible y por
consiguiente sin ninguna posibilidad de hacer distinciones. No se
puede decir que algo que supera tanto el tiempo como el espacio consiste
de tres distintos aspectos. En el momento que atribuímos tal distinciones
a la esencia de Dios, anulamos Su Unidad absoluta.*
Los siguientes versículos de la Biblia Hebrea, traducidos correctamente,
establecen además esta creencia judía fundamental y crucial en
la Unidad de Dios: “ Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo.”
(Deuteronomio 32:39) y “No hay otro fuera de Dios.”
(Deuteronomio 4:35)
2) Tambien se les prohibe a los judíos imaginar que Dios tenga
“ninguna imagen de cosa alguna.” Deuteronomio 4:15-19 y
Deuteronomio 5:8-9 son solamente unas de las muchas referencias
bíblicas prohibiendo a los judíos creer que Dios habita en forma
corporal, como se declara en el Nuevo Testamento.*
3) La prohibicíon contra un mediador se halla en el Segundo
Mandamiento, “No tendrás dioses ajenos delante mí,” (Exodo 20:3)
Por consiguente, la declaración del Nuevo Testamento en Juan 14:6
que “Nadie viene al Padre, sino por mí” no es aceptable a los judíos.
Aun cuando él o ella considere que algo sea patre de Dios, a un judío
no se le permite usarlo como mediador. La Torá ensueña que cada persona
es capaz de unirse con Dios directamente.
Hace 2,000 años que estas creencias cristianas, que tienen sus
raíces en el paganismo antiguo, son la base del rechazamiento judío
del cristianismo – aun so pena de muerte. Históricamente, los judíos
siempre han entendido que la conversión querría decir romper sus
relaciones con Dios como queda descrita en la Torá.
CONCLUSIONES
Una cosa sobre la cual la comunidad judía entera y algunas denominaciones
cristianas están de acuerdo es que los movimientos
“cristianos hebreos” no son parte del judaísmo. Ser un “Judío para
Jesús” es tan ridículo como “carne de cerdo cosher;” es una contradicción
obvia. Para parafrasear a Elías, si eres adherente de Jesús, llámate
cristiano. Si eres judío, practica judaísmo. No te engañes; no puedes
ser los dos.
En realidad, el judaísmo es un camino bellísimo de satisfacción espiritual
para servir a Dios con todo tu corazón, toda tu alma, y todas tus
fuerzas.
El libro de Proverbios 3:17-18 describe la Torá en estas palabras, “Sus
caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol
de vida a los que de ella echan mano.” La mejor defensa contra el
ataque creciente de propaganda misionera es una profunda devoción al
judaísmo y una comprensión completa de los argumentos misioneros
y las respuestas judías aplicables.
El Mesias Segun El Judaismo
Una de las premisas en que está basado el cristianismo es que Jesús
fué el Mesías pronósticado en la Biblia Judía. El judaísmo siempre
ha rechazado esta creencia. Ya que el fin de los misioneros “cristianos
hebreos” es convencer a los judíos que Jesús de hecho cumplió
con los requisitos del Mesías prometido, es necesario examinar la interpretación
judía del Mesías para comprender por qué tales declaraciones
simplemente no son verdaderas.
LAS RAICES HEBREAS DE LA PALABRA “MESIAS”
La palabra hebrea por “Mesías” es Moshiach - jhan.” La traducción
literal y propia de esta palabra es “ungido,” que se refiere a un
ritual de ungir y consagrar alguien o algo con aceite (Samuel 1, 10:1-
2). Se usa en todas partes de la Biblia Judía en relación a una amplia
variedad de individuos y objetos: por ejemplo, un rey judío (Reyes 1,
1:39), sacerdotes judíos (Levítico 4:3), profetas (Isaías 61:1), el
Templo Judío y sus utensilios (Éxodo 40:9-11), pan sin levadura
(Números 6:15), y un rey no judío. (Ciro, Rey de Persia, Isaías 45:1).
EL CRITERIO PARA SER MESIAS JUDIO
En una traducción exacta de la Escritura Judía, la palabra
“Mashiaj” jamás se traduce como “Mesías”, sino como “ungido.”*
Sin embargo, el judaísmo siempre ha sostenido una creencia
fundamental en una figura mesiánica. Ya que el concepto de un
Mesías es uno que fué dado a los judíos por Dios, la tradición judía es
la más apta para describir y reconocer del Mesías esperado. Esta tradición
tiene su base en numerosas referencias bíblicas, muchas de las
cuales se citan más abajo. El judaísmo cree que el Mesías es un ser
humano(sin connotación de deidad o divinidad) quien efectuará ciertos
cambios en el mundo y quien tiene que satisfacer criterios específicos
antes de ser reconocido como el Mesías.
Estos criterios específicos son:
1) Tiene que ser judío. (Deuteronomio 17:15, Números 24:17)
2) Tiene que ser miembro de la tribu de Judá (Génesis 49:10) y descendiente
varón directo tanto del Rey David (I Crónicas 17:11,
Salmo 89:29-38, Jeremías 33:17, II Samuel 7:12-16) como del
Rey Salomón. (Crónicas I, 22:10, II Crónicas 7:18)
3) Tiene que reunir el pueblo judío del exilio y devolverlos a Israel.
(Isaías 27:12-13, Isaías 11:12)
4) Tiene que reconstruir El Templo Judío en Jerusalén.
(Miqueas 4:1)
5) Tiene que traer paz mundial. (Isaías 2:4, Isaías 11:6, Miqueas 4:3)
6) Tiene que convencer al mundo entero que reconozca a y que sirva
a un Dios. (Isaías 11:9, Isaías 40:5, Sofonías 3:9)
Todo este criterio para el Mesías se describen mejor en el libro de
Ezequiel, Capítulo 37:24-28:
“Y mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un
solo pastor, y andarán en mis preceptos, y mis estatutos
guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que
di a mi siervo Jacob…y haré con ellos pacto de paz; pacto perpetuo
será con ellos; pondré mi santuario entre ellos para siempre,
y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y
sabrán las naciones que yo soy El Señor que santifica a Israel,
estando mi santuario en medio de ellos para siempre.”
Si un individuo deja de satisfacer hasta una de estas condiciones,
no puede ser el Mesías.
POR QUÉ JESUS NO HABRIA PODIDO
SER EL MESIAS JUDIO
Un análisis cuidadoso de este criterio nos muestra que, aunque
Jesús era judío, no satisfizo ninguno de los otros criterios. Un examen
de las declaraciones contradictorias de la genealogía de Jesús demuestra
algunas dificultades con el cumplimiento del segundo criterio.
Específicamente, el Nuevo Testamento declara que Jesús no tenía un
padre físico. La Escritura Judía, sin embargo, declara claramente que
la genealogía de una persona y la calidad de miembro de una tribu se
trasmiten exclusivamente por el padre físico de uno (Números 1:18,
Jeremías 33:17). Por siguiente, Jesús de ninguna manera puede ser descendiente
de la tribu de Judá ni del Rey David ni del Rey Salomón.
Hay aun más problemas con cualquier esfuerzo de usar La
Escritura Judía para probar la genealogía de Jesús por José, el esposo
de María (la madre de Jesús). Pues el Nuevo Testamento declara que
José fué un descendiente del Rey Conías, que en la Biblia Hebrea
recibió maldición que ninguna de su descendencia “logrará sentarse
sobre el trono de David, ni reinar sobr Judá” (Jeremías 22:30). La descendencia
de José, aunque fuera transmisible a Jesús, solamente
serviría de inhabilitar a Jesús como el Mesías.
Por fin, existe el problema de las declaraciones contradictorias de
la genealogía de Jesús en Mateo, Capítulo 1 y Lucas, Capítulo 3. La
explicación común de esta contradicción declara que la genealogía de
Lucas es la de la madre de Jesús, María. Sin embargo, esto carece de
fundamento, aun según el original en griego. Además, ya se ha
demostrado que la genealogía se traslada solamente por el padre, haciendo
esta explicación tentativa completamente impertinente. Aunque
fuera posible trazar la genealogía de uno por su madre, existiría el
problema adicional que Lucas 3:31 inscribe a María como descendiente
de David por Natán, el hermano de Salomón, y no por Salomón
mismo como se requiere según la profecía en Crónicas I, 22:10 de la
Biblia Judía.
El tercer, cuarto, quinto, y sexto criterio evidentamente no se han
satisfecho – ni durante el tiempo de Jesús ni desde entonces.
Cualesquiera declaraciones cristianas que estos criterios se satisfarán
en un “segundo advenimiento” son impertinentes porque el concepto
de un segundo advenimiento del Mesías no tiene base bíblica.
Para resumir, no podemos saber que alguien es el Mesías hasta
que cumpla con todos los criterios ya mencionados.
El entendimiento cristiano del Mesías y de Jesús son muy distintos
desde el punto de vista de la Biblia judía. Estas diferencias se desarrollaron
como resultado de la influencia de la iglesia durante el tiempo
del Emperador Constantino y del Concilio de Nicea que expidió el
Credo Niceno en 325 EC.
El Mesías nunca había debido ser objeto de adoración. Su misión
y realización primarias son traer paz mundial y llenar el mundo con el
conocimiento y la conciencia de un Dios.
LAS PREGUNTAS QUE SE
HACEN CON FRECUENCIA
PREGUNTA: ¿Creen los judíos en el paraíso y en el infierno?
RESPUESTA: Aunque la Biblia Judía parece enfocarse
principalmente en nuestra vida y en nuestro comportamiento en este
mundo, el judaísmo categóricamente cree en el paraíso y en la vida
después de la muerte. La forma plural en Génesis 1:26, “Hagamos
nosotros al hombre a nuestra imagen,” indica que el hombre tiene
carácter doble – una alma espiritual y un cuerpo físico. Esto se ve
claramente en Génesis 2:7, “Dios formó al hombre del polvo de la
tierra, y sopló en su nariz aliento (alma - ,nab) de vida, y fué el hombre
un ser viviente.”
Cuando una persona muere el cuerpo físico vuelve a la tierra, pero
el alma espiritual sigue viviendo eternamente, como se dice, “El polvo
volverá a la tierra, como era, y el espíritu volverá a Dios que le dió.”
(Eclesiastés 12:7)
No creemos en la condenación eterna ni en el infierno. La creencia
judía es en un purgatorio que purifica el alma de sus tachas espirituales
antes de su regreso a Dios. (Salmo 49:15, 2 Samuel 14:13, Isaías 45:17)
Para una descripción más minuciosa del paraíso y de la vida después
de la muerte, véase “Si fueras Dios” en la lista de lecturas sugeridas.
PREGUNTA: ¿Creen los judíos en Satanás?
RESPUESTA: En la creencia cristiana, Satanás es un ángel caído que
tiene libre albedrío y se rebela contra Dios. El punto de vista judío es
muy diferente. Isaías 45:7, Job 1:8-12, y Deuteronomio 13 muestran
que Dios creó la tentación a hacer mal para probar nuestra lealtad. Eso
es porque la palabra (Satanás - iya ) en hebreo literalmente significa
un adversario (Números 22:22) que viene a desafiarnos.
Nuestra misión es triunfar sobre estas tentaciones y hacer lo correcto.
La Torá (Génesis 4:7) enseña que realizar esta misión está dentro de
nuestra capacidad.
PREGUNTA: ¿Quién es el siervo de Dios en Isaías 53?
RESPUESTA: Los misioneros erróneamente afirman que todo el
capítulo 53 del libro de Isaías se refiere a Jesús como el “Siervo
Afligido” de Dios que muere por los pecados del mundo. Alguien fácilmente
puede ser engañado a creer este argumento si se lee Isaías
fuera de contexto y sin traducción correcta.
Sin embargo, a cualquier persona que lea este texto correctamente
le es evidente que Isaías nos informa cómo las naciones del mundo
reaccionarán cuando vean la redención mesiánica futura del pueblo
judío.* Primero, quedarán atónitos, literalmente cubriéndose la boca
por lo que ven, porque jamás creían que verían la redención gloriosa
de un Israel perseguido, rechazado, y odiado. Segundo, tratarán de
comprender por qué este Israel nuevamente exaltado sufrió tanto.
Originalmente creyeron que fué porque Dios había rechazado a los
judíos. Ahora que ven que esto no es cierto, dirán que el sufrimiento
fué el resultado de las transgresiones de las naciones que persiguieron
al pueblo judío.**
PREGUNTA: ¿Si Jesús no fué el Mesías, quién fué?
RESPUESTA: Muchos historiadores y teólogos están de acuerdo de
que el Evangelio da un retrato parcial de Jesús. Estas autoridades no
están de acuerdo con la opinión que Jesús fué Dios y que suprimió los
mandamientos. Cuando se tienen en cuenta las circunstancias históricas,
sociológicas, políticas, y teológicas, concluyen que Jesús no fué
más que un ser humano cuyas aspiraciones mesiánicas celosas
fracasaron .
La creencia que Jesús fué Dios y suprimió los mandamientos se
debió a la influencia del apóstol Pablo, y más tarde, a la autoridad
política de Constantino y del Imperio Romano. Crearon una religión
que Jesús mismo no reconocería. Fué específicamente la influencia
dictatoria del Imperio Romano que dió lugar a la buena acogida y
popularidad extensa de la religión. Un estudio cuidadoso del Nuevo
Testamento, que toma en cuenta las circunstancias prevalentes y las
perspectivas de los numerosos grupos que coexistieron en aquella
época, también convalida esta opinión.
Se puede alegar adicional comprobación de la secta Cristiana Ebionita,
que existía tan tarde como el cuarto siglo y que negó la divinidad de
Jesús. Ellos creían que estaban obligados a observar la Torá. Hay evidencia
que los Ebionitas eran descendientes directos de los adherentes
originales de Jesús y mantenían sus creencias originales en un Mesías
humano. Los Ebionitas fueron excomulgados de la iglesia Romana por
no querer aceptar las doctrinas no bíblicas desplegadas en el Credo
Niceno.*
PREGUNTA: ¿Cómo podría el Mesías venir hoy si ya no hay reyes
de la tribu de Judá?
RESPUESTA: Los misioneros a menudo citan Génesis 49:10, “No
será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta
que venga [Mesías] Siloh.” Quieren probar que el Mesías debe haber
venido ya, ya que la monarquía de Israel ya se ha ido de la tribu de
Judá. Este argumento es incorrecto por dos razones: 1) El pasaje significa
que el derecho de monarquía siempre quedará dentro de la tribu
de Judá, hasta e incluso cuando venga el Mesías; 2) Si fuera correcta
la lógica de los misioneros, nos veríamos obligados a decir que el
Mesías tenía que haber venido aun antes que Jesús, puesto que la
monarquía de Judá se fué temporalmente más de 100 años más temprano
durante el tiempo de los macabeos y del milagro de Janucá.
Los misioneros también sostienen que ya que todos los expedientes
familiares estaban archivados exclusivamente en el Templo Judío,
nadie puede comprobar su genealogía judía porque el Templo y los
expedientes fueron destruídos por los romanos. Este argumento es
completamente falso. El segundo capítulo del libro de Esdras indica
claramente que los expedientes familiares privadas no estaban
archivadas en el Templo. De hecho, hay muchos judíos hoy que
pueden hacer remontar su ascendencia hasta la tribu de Judá y del Rey
David.
PREGUNTA: ¿Por qué mantienen los misioneros que el Mesías
debía haber venido antes de la destrucción del Segundo Templo?
RESPUESTA: Los misioneros incorrectamente declaran que el
pasaje, “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera.”
(Hageo 2:9) comprueba que el Mesías tiene que venir durante el tiempo
del Segundo Templo. Sostienen que, a pesar de que era físicamente
más grande, no había manifestación que la gloria del Segundo Templo
era mayor. Su lógica circular supone que los judíos se equivocaron en
algo, y la presunción de los misioneros es que la “gloria” fué el
Mesías y que este solamente podría haber sido Jesús.
Los misioneros incorrectamente citan fuentes rabínicas en un intento
de validar su declaración que el Mesías categóricamente vino
antes de la destrucción del Segundo Templo. Estas fuentes rabínicas
no dicen que el Mesías categóricamente vendría antes de la destrucción.
Lo que sí dicen es que el potencial por su venida se materializó
en el momento de la destrucción del Templo. Esto es igual al concepto
que se da una cura en el comienzo de una enfermedad.
El sentido de la declaración que “La gloria postrera de esta casa
será mayor que la primera” tiene que entenderse desde la perspectiva
de la Torá, que enfoca en el objeto fundamental de la creación y del
exilio. El objeto de la creación es que la santidad se revelará públicamente
aun en las circunstancias y en los lugares más mundanos, como
dice en Isaías 11:9, “La tierra será llena del conocimiento de Dios
como las aguas cubren el mar,” y Isaías 40:5, “Se manifestará la gloria
de Dios, y toda carne juntamente verá que la boca de Dios ha
hablado.” Esto corresponde con el sentido correcto de la doctrina
rabínica que la “gloria” del Segundo Templo superó a la del Primer
Templo en que era físicamente más grande, más hermosa y existía por
mucho más tiempo. Este principio indica que una mayor parte del
mundo físico* tomó parte en revelar la gloria de Dios durante del
tiempo del Segundo Templo. Después de su destrucción este proceso
continúa desde el principio hasta el fin del exilio posterior.
El exilio sirve no sólo para rectificar nuestras transgresiones,
sino que también facilita nuestra misión de revelar la santidad por el
mundo entero. Aprendemos en Vayikra Rabbah y en Miqueas 7:15
que el exilio en Egipto sirve de paradigma por todos los exilios posteriores.
Más allá del sentido sencillo, el exilio original contenía un fin
más profundo. Esto lo proclamó José en Génesis 45:7-8 diciendo que
Dios tenía un propósito positivo para ponerlo en el exilio. Además,
Dios le dijo a Abrahán en Génesis 15:13 que el exilio en Egipto
influiría en la elevación de la riqueza material de la tierra.
Así también, todos los exilios posteriores tienen más que un
propósito. Además de ser el exilio un método para expiar la transgresión,
sirve también de un modo de utilizar todo el mundo físico para
proclamar y revelar la presencia de Dios.