Pregunta: Es obligatorio leer la Shema Israel antes de dormir, y si es así, es obligatorio leer la bendición “baruj hamapil” que aparece en los libros de plegaria, sidurim?
Respuesta: El Talmud (Berajot 60) afirma que la persona que va a dormir debe pronunciar la bendición de “hamapil heble shena leenai…” –Quien induce el sueño a mis ojos-. Los Tosafot comentan que todas las bendiciones que aparecen en este capítulo del Talmud (Haroe) deben pronunciarse incluyendo el nombre de D-os, o sea el texto completo de la bendición “Baruj Ata A-donay, Elokenu Melej Ha´olam…, por lo tanto lo mismo aplica a esta bendición de “hamapil”. Así también lo legisla el Mordeji y otras autoridades de las primeras épocas. De todas formas, aclaran que no se pronuncia esta bendición sino al dormir por la noche y no si duerme durante el día. También aclaran los Poskim –autoridades rabínicas- que se debe leer la Shema en forma inmediata previo a dormir y no interrumpir entre el sueño y la Shema.
Rabí Yosef Hayim z”l en su obra Ben Ish Hay (Pekude) escribe que aún cuando es apropiado pronunciar esta bendición de “hamapil” con el nombre de D-os, muchos acostumbraron hacerlo sin pronunciar el nombre divino debido a la posibilidad de que tenga que interrumpir entre la lectura y el sueño y entonces resultaría la bendición en vano. Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, disiente de esta opinión y escribe que aún cuando deba interrumpir entre la bendición y el sueño no se considera dicha bendición en vano y no debe repetirla, pues esta bendición fue instituida básicamente no sobre el sueño sino sobre la necesidad humana del mismo. Y así lo sostienen otras autoridades rabínicas contemporáneas. Rabí Eliezer Yehuda Weldimberg z”l, autor de la obra de responsas rabínicas “Tzitz Eliezer” escribe que si le preguntan una halajá después de haber leído la Shema puede responder y no se considera la bendición en vano (ver Tzitz Eliezer tomo 7 cap. 27) y por lo tanto no se debe anular esta bendición debido a este temor. De todos modos, escribe Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, que en principio es apropiado abstenerse de interrumpir entre la bendición y el sueño.
Si va a dormir después de la medianoche debe pronunciar la bendición de “hamapil” sin el nombre divino.
En una próxima entrega nos explayaremos al respecto y asimismo aclararemos la legislación de las mujeres.
KERIAT SHEMA ANTES DE ACOSTARSE PARA LAS MUJERES
En la entrega anterior vimos que se debe bendecir previo a la lectura de la Shema que se recita antes de dormir, y esta bendición debe pronunciarse incluyendo el nombre de D-os, es decir como una bendición completa. Vimos asimismo que aún cuando es preciso abstenerse en principio de hablar después de haber pronunciado esta bendición, si habló después de haberla pronunciado no debe repetirla ni se considera una bendición en vano. El motivo de ello es que esta bendición no hace referencia al dormir sino a la naturaleza del sueño.
Aparentemente no existe diferencia en el horario en que se dispone a dormir, y tanto si lo hace al principio de la noche como si lo hace al finalizar esta debe recitar la bendición pues toda la noche es considerada etapa de sueño y en los momentos en que las personas habitualmente duermen es preciso pronunciarla.
El gran rabino Ishayia Basan z”l (una de las grandes figuras rabínicas de Italia en e s. XVIII, maestro de Rabí Moshe Hayim Luzzato z”l) en su obra Lahme Todá (cap. 21) escribe que hay opiniones que sostienen que, según la cabbalá no se debe pronunciar esta bendición después de la medianoche, sin embargo la realidad no es así sino es preciso pronunciarla en cualquier momento de la noche en que va a dormir, aún después de la mitad de la noche. Aún así, muchos maestros de la cabbalá escribieron que esta bendición no aplica después de la medianoche. Adhiere a esta opinión Rabí Yosef Hayim z”l autor del Ben ish Hay en su obra Rab Pealim (tomo 1 sección Sod Yesharim) y así lo legisla la obra Hesed Laalafim, citando que esta es la costumbre imperante en Jerusalén donde no se pronuncia la bendición de “hamapil” después de la medianoche. Y así lo legislan numerosas autoridades rabínicas de Jerusalén. Por lo tanto, entendiendo que la costumbre instituida no es de acuerdo a lo legislado por Maran en el Shuljan Aruj, y más aún, existen diferencias entre los legisladores en cuanto a si se debe pronunciar o no esta bendición, y en caso de divergencias rabínicas en torno a una bendición nos abstenemos de pronunciarla aún cuando Maran así lo legisle para evitar pronunciar el nombre de D-os en vano, por ello y para evitar todas estas dudas, dictamina Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, que no se debe pronunciar la bendición de “hamapil” después de medianoche, sino sólo murmurar mentalmente esta bendición y con ello será suficiente.
También las mujeres deben recitar la Shema previo a dormirse, pues esta lectura proporciona protección a la persona, la cual es asimismo necesaria para las mujeres.
Por ello, aún cuando a los efectos halájicos se hallan exentas de pronunciar la Shema durante el día (sin embargo, es apropiado que la reciten omitiendo la bendición correspondiente) de todos modos la Shema previo al sueño deben recitarla. Incluso la bendición de “hamapil” debe ser pronunciada por las mujeres ya que esta bendición no se considera un precepto delimitado por el tiempo –Mitzvat asé sheazeman gueramá- del cual se hallan exentas, como en el caso del Lulav, la Sucá o el Shofar, pues se trata de una bendición en alabanza al Eterno que se puede expresar en cualquier momento, solo que no cualquier momento es considerado el habitual para dormir y por ello no se pronuncia esta bendición si duerme durante el día. De todas formas las mujeres deben pronunciarla.
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