Pregunta: ¿Podemos cambiar el texto tradicional de nuestras plegarias en función de las reglas gramaticales?
Respuesta: En los textos de las plegarias de las distintas congregaciones, existen párrafos que no son congruentes con las reglas de la gramática hebrea. Por ejemplo, en el texto de la Kedushá decimos “Nakdishaj Venaaritzaj”, expresión femenina, y posteriormente continuamos diciendo “hameshaleshim leja kedushá” en masculino, cuando en realidad de acuerdo a las reglas gramaticales sería apropiado expresarse totalmente en femenino o en masculino. Lo mismo hallamos en la plegaria de Shabbat, donde decimos “Ata Kiddashta”, expresión masculina, y posteriormente continuamos diciendo “vejen catub betorataj” expresión femenina, cuando hubiese sido apropiado expresar toda la oración en un solo género.
Por lo tanto, es válido preguntarnos si podemos alterar estos textos tradicionales para hacerlos coincidir con la gramático o nó.
Algunas opiniones sostienen que no debemos alterar los textos o la puntuación de las plegarias pues los mismos fueron instituidos por sabios de hace varias generaciones y por lo tanto no podemos arrogarnos el derecho de alterarlos. Sin embargo, este argumento no es válido en absoluto, pues la puntuación no fue editada hace muchas generaciones sino en generaciones posteriores, y tampoco la misma fue editada por sabios sino simplemente por los editores que sacaron lo libros a la luz y no eran grandes eruditos. Por lo tanto, este argumento no debe impedirnos corregir los textos cuando el error es evidente.
Sin embargo, de hecho la costumbre constituida es de utilizar este texto, el cual por varias generaciones fue utilizado por grandes autoridades halájicas e incluso cabalistas sin alterarlo a pesar de sus inconsistencias gramaticales, pues el mismo está integrado en el lenguaje de todos los judíos del mundo. Y así lo legisla nuestro maestro el Hid”a z”l en su obra Yosef Omtez donde escribe que la costumbre imperante en todas las comunidades italianas a través de varias generaciones es la de utilizar este texto aún cuando existen diferencias entre masculino y femenino; y agrega allí el Hid”a que algunos oficiantes y rabinos conocedores de la gramática trata de corregir los textos en los que aparecen diferencias entre el género masculino y el femenino, como cita la obra Isharesh Ya´acob en nombre de Rabí Abraham ben Haezra z”l, Rabí David Kimhi z”l, y otros. Sin embargo, concluye el Hid”a que no se deben tomar en cuenta estas correcciones y en todo lo referente a la tefilá –plegarias- no es necesario guiarse por las reglas gramaticales hebreas. Conclusión similar a la que arribara posteriormente Rabí Eliahu Manni z”l, gran rabino de la ciudad de Hebron en el siglo pasado, pues debido a motivos de origen cabalístico o de otro tipo en ocasiones no se respeta necesariamente el género en el texto de la tefilá.
Sin embargo, existen situaciones en las algunas autoridades halájicas destacadas decidieron corregir ciertos textos de la tefilá basándose en textos anteriores o debido a errores que se filtraron a través de las épocas. De todas formas, en general no es necesario remitirse a las reglas gramaticales en los textos de la tefilá y se pueden continuar utilizando los textos que obran en nuestro poder sin restricción alguna.