Moshé recibió la Torá de (Hashem que se reveló en el monte) Sinaí y la entregó a Ieoshúa. Ieoshúa a los ancianos, y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: sean circunspectos en el juicio, establezcan muchos alumnos y hagan vallado a la Torá.
Moshé recibió la Torá de Sinaí
Podemos apreciar en el Jumash (Pentateuco), donde versa: "1Estos son los estatutos, sentencias judiciales y leyes ("Torot") que otorgó Hashem entre Si y los hijos de Israel en el monte Sinai por intermedio de Moshé". La palabra "2Torot" (que es el plural de Torá), representa la Torá escrita y la oral con todas sus ramificaciones, detalles y derivados.
Comprendemos entonces del final del versículo "por intermedio de Moshé", 3que todo lo que se mensiona en la primera parte del mismo, es decir lo concerniente a estatutos y sentencias judiciales, ya sea con relación a la ley escrita u oral con todas sus explicaciones, fueron dadas al pueblo de Israel por intermedio de Moshé en el monte Sinai.
Todo comenzó así: como versa en el primer libro de la Torá, "Bereshit" (conocido como "Génesis"): Abraham engendró a Itzjak, y este a Iaacov a quién le nacieron Reubén, Shimón, Levi, Ieudáh, Isajar, Zevulún, Iosef, Biniamín, Dan, Naftali, Gad y Asher.
Iosef fue vendido por sus hermanos a Mitzraim (Egipto), por causa que contaba a su padre lo que veía mal en la conducta de ellos, motivo que despertó ira en sus hermanos y lo vendieron. Allí, en Mitzraim, Iosef progresó mucho política y económicamente, llegando a ser nombrado virrey del Faraón (Paró en hebreo), y con todo ese poder acumulado, vivía cómodamente junto a su esposa y dos hijos que le nacieron Efraim y Menashé. Ocurrió que sobrevino sobre la tierra una época muy magra en la cual no había alimento y la gente desesperaba de hambre, a tal punto que vendieron prácticamente todos sus bienes incluidas sus tierras y hasta llegaron a ofrecerse de propia voluntad convertirse en esclavos del Faraón, todo esto a cambio de un poco de víveres.
Iosef había almacenado en los años de abundancia mucho cereal en los depósitos, ya que él mismo había profetizado que sobrevendrían siete años de abundancia y luego siete de hambre. Y la población de Mitzraim hacía todo esto que narramos a cambio de un poco de provisiones, inclusive los propios hermanos de Iosef llegaron hasta esas tierras para comprar alimentos, pero este no se reveló ante ellos, quienes no pudieron reconocerlo por causa que cuando lo vendieron no tenía barba y ahora si, ya que habían transcurrido diecisiete años, motivo que le cambió el aspecto del rostro y se tornó irreconocible.
Al principio Iosef trató a sus hermanos con dureza, pero cuando ya no pudo contenerse los llevó a su casa, sirvió un banquete y allí se revela y les ordena que traigan a su padre; y a ellos mismos, que vengan con todas sus pertenencias y familias.
Hicieron como su hermano les dijo, y una vez que llegaron, les fueron otorgadas, con el consentimiento del Faraón las tierras de Goshen donde viviría Iaakov, quién fue llamado por Hashem con el nombre de Israel, junto a los suyos por el resto de su vida.
Sucedió que poco antes de entregar su alma al Creador, Israel presintió que le faltaba poco y convocó a Iosef informándole que "4Ahora, tus dos hijos que te nacieron en Mitzraim antes de mi venida hacia ti serán para mi; Efraim y Menashé como Reubén y Shimón serán para mi. Pero los hijos que engendrares después de ellos, para ti serán, por el nombre de sus hermanos serán llamados en su heredad". Luego Israel bendijo a todos sus demás hijos. Solo cabe destacar que de aquí vemos como los dos hijos de Iosef pasaron a ser como hijos directos de Iaakov, y tenemos cuales son los doce hombres que se convertirían en los padres de las doce tribus de Israel; quedándonos finalmente que Reubén, Shimón, Ieudáh, Isajar, Zevulún, Biniamín, Dan, Naftali, Gad , Asher, Efraim y Menashé (que toman el lugar de Iosef) son las doce tribus de Israel.
Apreciamos que entre ellos no figura Levi, y es por causa que Hashem separaría a esta tribu de las demás, como versa: "5Y habló Hashem a Moshé diciendo: he aquí que Yo he tomado a los Levitas (descendientes de Levi) de entre los hijos de Israel en sustitución de todo primogénito que abre la matriz de entre los hijos de Israel, los Levitas serán pues para Mi". Ya que en un principio, eran los primogénitos los que realizaban el servicio sagrado, pero cuando participaron en el pecado de la construcción del becerro de oro, Hashem los retiró del cargo y nombró en su lugar a los Levitas quienes no tomaron parte en este hecho, haciéndoles saber además que no tendrán parte ni heredad en la tierra de Israel, porque El mismo (Hashem) es su heredad.
Todos los varones que ingresaron a Mitzraim (Egipto) eran setenta almas y habitaron plácidamente en tierras de Goshen, que les habían sido destinadas para tal fin por el mismo Faraón.
Pasaron los años y pereció toda esa generación tras lo cual se levanta un nuevo mandatario que no conoció a Iosef, quién esclavizó y condenó a trabajos forzados al pueblo judío, los cuales se reproducían de manera impresionante, pues más los oprimían con ardua tarea, más procreaban.
Entre tanta aflicción nace Moshé, quién debió ser arrojado a las aguas del río Nilo en una canasta, pues regía un decreto del rey de exterminar a todo varón que nazca, por lo que sus padres en un desesperado intento por conservar la vida del niño, lo depositan en el sitio y condiciones que recién mencionamos.
La hija del Faraón rescata a la criatura adoptándolo, y haciéndolo crecer en el palacio real.
Tiempo más tarde, Moshé debe huir a Midián, pues el rey pretendía liquidarlo tras haberse enterado que el niño adoptado por su hija asesinó a un guardia egipcio tras golpear a un judío.
Allí contrae enlace con Tzipora, hija de Itró, y les nació un varón al que llamaron Guershom.
Al cabo de muchos días fallece el rey de Mitzraim, motivo que provoca un instante de alivio al pueblo judío, quienes aprovechan ese suspiro para clamar a Hashem, pues mientras permanecían bajo el yugo del cruel mandatario, no lo pudieron hacer, ya que vivían atormentados permanentemente bajo el rigor de las exigencias que se les propinaban.
Hashem escucha el llanto desgarrador de Su pueblo, pidiéndole auxilio y convoca a Moshé en manos de quién encomienda la tarea de sacar a los judíos de Egipto con el fin de liberarlos y conducirlos a la tierra prometida: Israel.
Suceden muchas cosas relevantes, entre ellas las diez plagas que recaen sobre el Faraón y sus súbditos. Luego de esto, como a la medianoche, a los quince días del mes hebreo de Nisán en el año 2448, Israel es liberado y atraviesan el mar que se abrió ante ellos en doce túneles. Llegan a la otra orilla y pueden apreciar como sus perseguidores que salieron tras ellos para capturarlos resultan ahogados por el agua que se cerró sobre sus cuerpos desmoronándose a su vez las paredes de hielo que formaron los túneles que permitieron a los judíos pasar al otro extremo.
Cuarenta y nueve días contaron desde que salieron en libertad y se disponían a recibir la sagrada Torá. Moshé había ordenado a todo el pueblo purificarse tres días antes de la fabulosa entrega. Es entonces cuando al día cincuenta de la salida de Mitzraim en el monte Sinaí, se comienzan a escuchar y vislumbrar truenos, relámpagos y la voz del shofar (cuerno de carnero) se oyó muy fuerte; todos temieron y el monte Sinaí emanaba mucho humo asemejándose a un horno, lo que incrementó el temor de la población. El mundo se paralizó en ese instante y Hashem pronunció los dos primeros mandamientos, pero la gente aterrorizada que veía las llamaradas que brotaban, más el estruendo del shofar y el humo, se alejaron y pidieron a Moshé que Hashem le hable a él, y luego este al pueblo. Así recibió la Torá del Sinaí aprendiendo además, todos los detalles de las leyes, sus explicaciones y ramificaciones, directamente de Hashem.
•1 - Vaikrá (Levítico) 26: 46.
•2 - Rashi en Vaikrá 26:46.
•3 - extraído del comentario al Pentateuco: Sifré
•4 - Bereshit (Génesis) 48: 5 - 6
•5 - Bamidbar (En el desierto) 3: 11
Moshé recibió la Torá de (Hashem que se reveló en el monte) Sinaí y la entregó a Ieoshúa. Ieoshúa a los ancianos, y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: sean circunspectos en el juicio, establezcan muchos alumnos y hagan vallado a la Torá.
Y la entregó a Ieoshúa
Para comprender este fragmento, hemos de citar estos versículos: "6 Y dijo Hashem a Moshé: toma para ti a Ieoshúa hijo de Nun, varón que hay espíritu en él; y apoyarás tu mano sobre él y lo pondrás delante de elazar el sacerdote y delante de toda la congregación, y lo ordenarás ante sus ojos, y darás de tu esplendor sobre él para que escuche toda la congregación de Israel"
Hashem le dice en el versículo que leímos: "Toma para ti", 7y esta es una expresión que no se suele utilizar entre personas, sino con objetos: ¡Toma el libro!, ¡Toma la pluma!, etc. lo que nos viene a enseñar que lo tome por intermedio de elementos, es decir, ‘que lo adquiera’ como amigo. De aquí aprendieron nuestros maestros que la persona debe adquirir para si un amigo a través de cosas también materiales, y que comparta además con él horas de estudio, lectura, comidas y bebidas, y además revele sus confidencias a este auténtico compañero que ha logrado con esfuerzo.
Comenta el libro "Ialkut Shimoní" sobre la explicación de lo que dijo el versículo: "Toma para ti": Moshé pretendía entregar el comando del pueblo a su hermano Aharón, caso semejante a un niño que se quema con una braza, (figurativamente se refiere a las personas con las que tropezó Moshé a lo largo de su gestión al frente del pueblo de Israel), ve una piedra preciosa y cree que es una braza (por Ieoshúa, quién figurativamente era una piedra preciosa), ve una perla, cree que es una braza. Así erró Moshé el camino y dijo: "Que Aharón vaya en mi lugar", en ves de decir "Ieoshúa vaya en mi lugar".
Pensó Moshé en otro momento que sus hijo heredarán la presidencia, por lo que comenzó a pedir a Hashem que nomine a su sucesor; a lo que Hashem contestó: "¡Moshé, no es como vos piensas!, no serán tus hijos los que heredarán tu lugar, sabes muy bien que mucho te sirvió Ieoshúa, y tremendos fueron los honores que te brindó, madrugaba para estar en la sala de conferencias a fin de preparar todo y ordenar las esterillas y las alfombras donde se sentaba la gente, y luego se quedaba para arreglar el desorden hasta la caida de la tarde. Es digno que se cumpla en él lo que está escrito: "8El que se ocupa de la higuera, que coma su fruto, y el que cuida de su amo, sea honrado"
La continuación del versículo: "varón que hay espíritu en él": es decir, varón que hay en él un espíritu digno de conducirse con cada uno según sus propios espíritus: con el calmo, con el temperamental, etc. entender a todos y dirigirse a ellos de acuerdo a la necesidad de su carácter particular.
"Y apoyarás tu mano sobre él", otórgale ahora todo lo necesario para que pueda enseñar en público y responder a las inquietudes de la gente. Y haz que lo respeten, pues de lo contrario, cuando ya no estés en este mundo, la multitud podrá decir: "Mientras Moshé, su maestro, vivía no hacía esto, ¿y ahora que falleció el es nuestro líder y se sienta en lugares preferenciales?.
"Y lo pondrás delante de Elazar": inclusive elazar, la máxima autoridad sacerdotal en ese momento, estaría subordinado al liderazgo de Ieoshúa. Sin embargo, como consecuencia de la tristeza interior en la que estaba inmerso Moshé por causa que ninguno de sus hijos heredaría el mandato, por eso Hashem le dijo: "Los hijos de tu hermano Aharón, son como tuyos propios, y también a quién Yo estableceré como principal conductor de Israel, irá y se parará delante de la puerta de Elazar, tu sobrino".
Esto se parece al caso de cierto rey, que no tenía de su propia sangre herederos capaces, con cualidades, personalidad y temperamento para proseguir el mandato, motivo por el que otorga el poder a uno de sus fieles, pero le aclara que pese a ser ahora el líder, deberá presentarse y pararse en ciertas ocasiones frente a la puerta de su hijo. Así ordenó Hashem a Ieoshúa con respecto a Elazar, hijo del hermano de Moshé.
"Y darás de tu esplendor sobre él": "Darás de tu esplendor" y no "todo tu esplendor". El rostro de Moshé resplandecía como si emanase rayos similares a los del sol, ya que en el Monte Sinaí había recibido tal presente, y de ello cedería a Ieoshúa; por lo que dijeron los ancianos de antaño: "El rostro de Moshé se asemejaba al sol, y el de Ieoshúa a la luna" (ya que recibió de la luminosidad de Moshé, así como la luna recibe de la luz del sol).
Se cita otro ejemplo: que Moshé era como una antorcha, capaz de encender varias candelas sin que su resplandor y fuerza aminoren en absoluto; así, pese a entregar de su sabiduría, de todas maneras no cesó un céntimo de la suya propia.
Explicación escrita: Leilui Nishmat: Abi u mori "Israel ben Peshl"
6 - Bamidbar (En el desierto) 27: 18
7 - basado en el libro Ialkut shimoní (Pinjas 27)
8 - Proverbios 27
Mishná 1 (3ª parte)
Moshé recibió la Torá de (Hashem que se reveló en el monte) Sinaí y la entregó a Ieoshúa. Ieoshúa a los ancianos, y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: sean circunspectos en el juicio, establezcan muchos alumnos y hagan vallado a la Torá. Mishná 1 (4ª parte)
Ieoshúa a los ancianos
En los días de Moshé existían setenta ancianos, los cuales recibían las enseñanzas de este y las transmitían a la multitud. Sin embargo, Ieoshúa prefirió entregar la Torá a otros ancianos que eran los que constantemente procuraban que las sentencias judiciales dictaminadas sean cumplidas, persiguiendo y arrestando a los infractores hasta lograr el acatamiento de la ley. Y esto es reflejado en el versículo: "9Y sirvió el pueblo a Hashem todos los días de Ieoshúa y todos los días de los ancianos cuyos días se prolongaron después de Ieoshúa".
10Estos entregaron la Torá a aquellos que actuaron similarmente en cada generación como Atriel, este a Eud, y así el resto de los jueces que siguieron hasta que alcanzó la profecía Eli el sacerdote y Shmúel.
Y los detalles de estos hechos pueden apreciarse claramente en el "Libro de los Jueces", donde explica todos los sucesos con lujo de detalles.
11Cita que luego de ocho años de servir Israel a "Kushán Rishataim", rey de "Aram Naraim", tras haberse alejado el pueblo del camino que Moshé les había enseñado, clamaron a Hashem, y este les envió a Atniel hijo de Kenaz para que los salve, quién derrota a "Kushán Rishataim" y reinó la paz sobre Israel por cuarenta años, ya que Atniel juzgó al pueblo en ese tiempo, y sobre él fue dicho que "12Poseía espíritu de Hashem".
Esto se prolongó por el lapso que dijimos, tras lo cual abandona Atniel este mundo y el pueblo vuelve a pervertirse, por lo que son sometidos en manos de Eglón, rey de Moab, a quién sirven por espacio de dieciocho años. Vuelven a clamar a Hashem, quién les envía a Eud, que elimina a Eglón y se convierte en juez de Israel por ochenta años. Así se reitera la historia varias veces; el juez perece, el pueblo se pervierte, son sometidos por otro reinado, claman a Hashem, Este les envía un salvador que se convierte en juez de la nación y maestro espiritual, ya que son los ancianos que citamos, que generación tras generación se traspasaron la Torá hasta llegar a la época de los profetas.
•9 - Jueces 2: 7
•11 - Jueces 3: 9
•12 - Jueces 3: 10
Mishná 1 (4ª parte)
Moshé recibió la Torá de (Hashem que se reveló en el monte) Sinaí y la entregó a Ieoshúa. Ieoshúa a los ancianos, y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: sean circunspectos en el juicio, establezcan muchos alumnos y hagan vallado a la Torá.
Y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea
Comienza el periodo en el que surge Eli el sacerdote y Shmúel, que a través de ellos retorna la profecía al pueblo, tras un largo interín, desde el deceso de Moshé. 13Fue cuando envejeció Shmúel, que nominó a sus hijos como jueces para que ejerzan en su lugar. Sin embargo, estos se apartaron del camino de Hashem, y no actuaron con rectitud, recibiendo entre otras cosas, dinero ilícito por parte de los acusados o acusadores a fin que dictaminen la sentencia tornando el veredicto a su favor. Motivo este por el cual se congregan todos los ancianos y solicitan a shmúel un rey para que juzgue al pueblo, como tienen todas las naciones. Finalmente este accede, y por orden de Hasehm 14asume Shaul hijo de Kish, de la descendencia de Biniamín, quién se convierte en el primer rey de Israel.
Durante su gestión sobreviene el desafío de Goliat, 15quién era poseedor de una tremenda contextura física, ya que su estatura rondaba los tres metros, además utilizaba casco de cobre, una muy pesada armadura compuesta por escamas de hierro, similares a las de los peces que protegen todo su cuerpo permitiendo a su vez movilidad. Sus piernas eran resguardadas por botas altas de cobre y su cuello por un agregado del mismo metal que salía del casco y se deslizaba por los hombros. Además estaba fuertemente armado y sostenía un gran escudo para mayor seguridad. Su imagen provocaba pánico entre la multitud. Así decide que consigan un contrincante para él, que de resultar vencedor, su pueblo (Filisteos) serviría a Israel; de lo contrario, si Goliat derrota a su rival, Israel sería el esclavo.
Buscan quién pueda enfrentar al gigante, y se postula David, hijo de Ishai, quién es rechazado por el rey Shaul, haciendo alusión a que es muy joven y carente de condiciones para triunfar en la batalla.
David apela y relata al primer mandatario parte de sus hazañas, le informa de su trabajo como pastor del rebaño de su padre, y acota que en cierta ocasión "vino un león y un oso; tomó (el león) una oveja del rebaño, salí detrás suyo y la rescaté de su boca; entonces se levantó contra mi, lo tomé por sus barbas, lo golpeé y terminé con su vida. También el oso 16con sus dos crías y los dos cachorros del león golpeó tu siervo; y será ese filisteo incircunciso como uno de ellos (en mis manos), con la ayuda de Hashem".
Dijo entonces el rey, "¡Ve, y que Hashem esté contigo!".
El monarca otorgó al desafiante un casco de cobre, armadura, y todo lo necesario para el combate. Sin embargo, el joven vio que era muy pesado todo este armamento y desistió de vestirlo, tomó su bastón de pastor, algunas piedras finas y lisas del arroyo, su mochila y una honda. Así se acercó a la contienda.
Goliat subestimó al muchacho, pues era joven y de bello aspecto, lo cual indicaba que no tendría experiencia en batallas. Le dijo "¿Soy acaso un perro que vienes hacia mi con un palo?". Lo maldijo y agregó "Ven hacia mi y daré de tu carne a las aves de los cielos y a los animales del campo".
Contestó el joven "Tu vienes hacia mi con espada y armadura y yo vengo hacia ti en el nombre de Hashem. En este día te encerrará Hashem en mi mano, te golpearé, separaré tu cabeza de sobre ti y daré de tu cuerpo a las aves de los cielos y a los animales del campo. Y sabrá toda la tierra que existe Hashem, el Di-s de Israel".
Finalmente ocurrió como dijo, David insertó con su honda una piedra en la sien de Goliat, este cayó, el muchacho tomó la espada del filisteo, le cortó la cabeza y la llevó a Jerusalem.
Luego de estos hechos, la multitud comenzó a alabar más a David que al rey y este, por celos, intentó liquidarlo en varias oportunidades. Hasta que finalmente Shaul abandona este mundo y toma el poder el vencedor de Goliat17 a la edad de treinta años.
Muchas guerras terminaron con el triunfo del nuevo monarca de Israel, quién no se apartó del camino de Hashem. Le nace un hijo al que llama Shelomó, y al que ungió a la edad de doce años.
David reinó por espacio de cuarenta años y falleció teniendo setenta. Luego asumió su hijo de tan corta edad como primer mandatario del pueblo judío.
El nuevo conductorla nación tomó como esposa a la hija del Faraón, rey de Egipto, y la trajo a la ciudad de David, su padre hasta culminar la construcción de su propia vivienda, la casa de Hashem (el Templo Sagrado) y la muralla de Jerusalem.
Cierta noche se revela Hashem a Shelomó en sueño y le expresa "Solicita que es lo que te daré".
El joven solo pide un corazón apropiado 18para comprender como juzgar al pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo – haciendo alusión a que aun es solo un niño, y no acumuló la sabiduría (experiencia) que llega a través del tiempo19.
Hashem concede del mandatario y además agrega otros presentes a lo requerido por el muchacho, como ser: una vasta riqueza y honores como jamás vio celebridad alguna que pisó este mundo.
Las facultades con las que fue dotado el joven monarca surtieron efecto y se difundió su capacidad por todo Israel. Esto a posteriori de una disputa entre dos mujeres poco pulcras que llegan al rey para que juzgue cual de ellas tiene la razón. Relatan que comparten la misma habitación y viven solas; y que cada una dio a luz un varón, pero cierta noche una de las señoras despierta con uno de los recién nacidos a su lado, sin vida. Entonces acusa a su compañera de haberle cambiado el bebé.
La cuestión es que las dos madres reclaman ser la primogenitora del que quedó vivo por lo que exigen que se haga justicia.
El rey Shelomó ordena cortar al chico por la mitad y que le sea entregada una parte a cada una. Sin embargo, antes que se haga algo, despierta el piadoso amor de la verdadera madre, la que ruega que no maten al niño, y que se lo entreguen a la otra mujer.
Controvertidamente, la otra mujer solicita que se proceda a la ejecución del dictamen.
Inmediatamente el premier ordena que se restituya el bebé a su verdadera madre que es quién pidió piedad.
Tras escuchar la sabiduría con la que resolvió el rey este pleito, todo el pueblo temió delante del mandatario, pues apreciaron que hay en él comprensión proveniente de Hashem para resolver cuestiones judiciales.
Luego, cuando ya estuvo bien afianzado en su gobierno, cuatro años después de haber asumido, construye la casa de Hashem como le había encomendado su padre, el rey David. Evento que tiene lugar 20cuatrocientos ochenta años después de haber salido el pueblo de Egipto.
Se cuenta una emocionante historia alusiva sobre porqué el Sagrado Templo fue 21erigido en el monte Moriá:
En ese preciso sitio, existía un campo, cuyo propietario era además padre de dos hijos. Llega el día en el que el alma del dueño del campo se separa del cuerpo. Es entonces, cuando los herederos deben repartir la herencia. Uno de los hermanos piensa: "Yo soy soltero, y no tengo muchos gastos; en cambio mi hermano es casado, con hijos, y debe mantener su casa y la familia; no está bien que nos quedemos con la mitad cada uno", y le cedió su parte.
El otro pensó: "Yo tengo mi mujer, mis chicos, una vivienda confortable; en cambio mi hermano, no posee estas alegrías, no es justo que nos repartamos la herencia en partes iguales, por lo menos, que disfrute de esto", y le otorgó su parte.
Al escuchar esto el conductor de Israel, emitió su veredicto: "Que mejor que construir la casa de Hashem donde reina la hermandad!".
El templo fue inaugurado, 22el rey bendijo al pueblo y la celebración se prolongó por espacio de siete días. Luego se conmemoró por otra semana completa, la fiesta de las cabañas (Sucot), en la que se recordaba la salida de Egipto.
Al día siguiente, el primer mandatario envió a la multitud, y estos bendijeron al monarca 23antes de emprender el retorno a sus tiendas.
El rey Shelomó gobernó por espacio de cuarenta años y luego, a la edad de cincuenta y dos, descansó conjuntamente con sus padres y 24reinó su hijo Rejabam tras él.
La casa de Hashem estuvo en pie durante cuatrocientos diez años, muchos milagros sucedieron por esos tiempos y muchas maravillas de Hashem podían ser apreciadas. Pero somos de hecho que permite a carne, y sangre corre por nuestras venas, por lo que no pudimos resistir la tentación de ir tras los placeres de este mundo; hecho que provoca se le otorgue permiso por parte de Hashem a Nabucadnetzar (Nabucodonosor), que se encargue de destruir el Templo y exiliar el pueblo a Babel (Babilonia).
Durante setenta largos años, Israel sufrió las penas que sobrevienen tras el destierro. Ya que no solo debieron abandonar su tierra, sino también todas sus propiedades y pertenencias. Y como si eso fuera poco, se vieron obligados a soportar el yugo del gobierno de Nabucadnetzar rey de Babel.
Al cabo de cuatrocientos ochenta años del primero (cuatrocientos diez estuvo en pie y setenta años de exilio), es construido el Segundo Templo por medio de los hombres que subieron de Babel al cesar la opresión.
El día de Rosh Hashaná (año nuevo), se congregó todo el pueblo judío en la calle que se hallaba frente al portón de las aguas (Shaar Hamaim), y solicitan a Ezráh el sabio, traer el pergamino arrollado que contiene la ley de Moshé ordenada por Hashem a Israel. Asi lo hace, lo lleva delante de mujeres y hombres, para luego subir a la tarima que habían preparado especialmente. Pronuncia la bendición, y el pueblo responde "Amén!, Amén!". Posteriormente comienza a leer y los entendidos explicaban a la multitud el contenido de los versículos, tras lo cual estallaban en llanto, al recordar que habían pecado contra Hashem; por lo que el profeta Nejemía, Ezráh y los Levitas (descendientes de Levi, o sea auxiliares de los Cohanim), hacen saber al pueblo que hoy es un día festivo (Rosh Hashaná) y no corresponden tristezas ni lutos, sino festejo y alegría; por lo que la gente se retira a celebrar la festividad de la mejor manera.
Por ese entonces había que reorganizar y establecer pautas para que la nación pueda conducirse de manera apropiada, móvil que incentivó a Ezráh a constituir la Gran Asamblea, integrada por ciento veinte funcionarios que se encargarían de todo lo referente a la justicia y seguridad de los ciudadanos para un mayor bienestar de la población.
Todos los componentes de este grupo eran eruditos y versados en las palabras de la Torá, motivo por el que establecieron las tres principales bases para que la nación pueda mantenerse: justicia, educación y cumplimiento de los preceptos. Estas bases son representadas en los tres mensajes que explicaremos a continuación.
•13 - Shmúel A 8:1
•14 - Shmúel A 9: 1 y 13:1
•15 - Shmúel A 17: 4
•16 - Shmúel 17: 34 (explicado según Rashi, aunque los otros comentaristas divergen con él en la cantidad de fieras que golpeó David).
•17 - Shmúel B 5: 4
•18 - Reyes 1: 3
•19 - Comentario de Leb Melajim al versículo
•20 - Reyes A 6: 1
•21 - Dibrei Haiamim B 3: 1
•22 - Reyes A 8: 14.
•23 - Reyes A 8: 65.
•24 - (Tanaj)
Mishná 1: 5ª parte
Moshé recibió la Torá de (Hashem que se reveló en el monte) Sinaí y la entregó a Ieoshúa. Ieoshúa a los ancianos, y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: sean circunspectos en el juicio, establezcan muchos alumnos y hagan vallado a la Torá
Sean circunspectos en el juicio
No se apresuren a dictaminar el veredicto, sino que deberán investigar profundamente el caso 26antes de emitir la sentencia final.
Existe un versículo que versa: "27Casa de David, así habló Hashem: elaboren por la mañana el juicio y salven al despojado de manos del ladrón". Podemos pensar que nos viene a enseñar que los juicios se realizan solo en las primeras horas del día (por la mañana), sin embargo, nuestros sabios explicaron que el texto viene para darnos a entender que una vez que tenemos todo claro en nuestras mentes como la mañana, recién entonces emitamos la resolución, de lo contrario, abstengámonos de hablar, esto es elaboren el juicio por la mañana28.
También hallamos que versa: "29Di a la sabiduría: ¡eres mi hermana!. Es decir, si el caso está en tu mente claro tan como tu hermana (ya que bien sabes que está prohibido casarte con ella, y eso lo tienes bien claro), entonces habla, de lo contrario, calla30.
Esto nos demuestra que debemos ser pacientes antes de emitir opinión alguna, para en el momento de hacerlo, estar bien seguros que hablamos lo correcto.
Si apreciamos lo que dijo el rey David, interpretaremos esta última conjetura de manera apropiada. "31Si me tomare un plazo, entonces juzgaré rectamente". Es decir, 32un tiempo fijo para poder indagar, analizar y sacar conclusiones correctas.
Debemos comprender de aquí dos cosas: una, que este mensaje de ser circunspectos en el juicio está orientado hacia los hombres que ejercen el poder judicial en cada lugar y situación particular. De todos modos, es nuestro deber aplicarlo también a nuestras vidas, aunque no seamos integrantes del tribunal; y eso se consigue así:
Cada uno de nosotros reiteradas veces al día elabora juicios y pronuncia su sentencia. Citemos algún ejemplo:
Reubén relata a Shimón haber visto a Abraham tomar un paquete de galletitas del almacén, luego se retiró sin pagar y sin ser visto por el cajero.
Reubén sentenció que Abraham robó e hizo partícipe del hecho a Shimón, quién ahora tendrá a Abraham como sospechoso de apropiarse de cosas ajenas. Y ya fue dicho: quién habla lenguaje perverso "lashón hará", mata a tres personas: al individuo del que se está hablando, el mismo que lo está diciendo, se mata a si mismo, y al que escucha. Y sobre este último se dijo que es peor que todos, ya que no reprendió al infractor por blasfemar contra su prójimo, pues así sea verdad lo que hizo, está prohibido difamar a un hermano judío.
Podemos apreciar que escuchar blasfemias es más grave que quién las dice de la historia de Iob (Job), quién como es sabido, era una persona recta y aparentemente no merecedora de castigos, sin embargo observamos en el libro del Tanaj que relata su historia, como este hombre recibe tremendos azotes: 33fallece prácticamente toda su familia de manera repentina, pierde la gran fortuna que poseía, y su cuerpo se plaga de enfermedades, lo que incita a los grandes sabios a buscar una explicación, ya que nada es casual en este mundo, y la hallan, claro que si.
Encuentran que cuando el Faraón, rey de Egipto decreta sobre los niños judíos que sean arrojados al río Nilo, Job mantuvo silencio, no respondió estar de acuerdo ni en contra.
Pasa el tiempo y trasciende la noticia que los dos hijos más destacados de Aharón el Cohen pierden la vida por haber acercado fuego extraño delante de Hashem34. Pero ¿Cuál fue el motivo esencial del trágico desenlace?.
Cuando el pueblo marchaba hacia la tierra prometida por el desierto, lo hacían en este orden: a la cabeza, Moshé y Aharón; tras ellos, Nadav y Abihu, hijos de Aharón; y más lejos, toda la población.
Nadav dijo a Abihu: ¿Cuándo se van a morir estos dos ancianos, así nosotros conducimos la generación?.
Al escuchar Job que Abihu también fue castigado por escuchar lo que su hermano blasfemaba, sin reprenderlo, entendió que él también es propicio para recibir su merecido tras haber mantenido silencio frente al Faraón 35.
Así se entiende que el que escucha es cómplice y además culpable por no llamar la atención a su hermano, ya que somos todos garantes uno por el otro. Cada uno de nosotros es un miembro del mismo cuerpo provenientes de Adam el primer hombre, y bien es sabido, que si a alguien le duele una muela, sufre la cabeza, la pierna, y todas las secciones de su integridad física, pues son partes de un entero. Y es este el motivo por el cual fue establecido el texto de las confesiones en el libro de oraciones ("Sidur"), en género plural. Pues si uno mira lo que está escrito allí, comprobará que versa: hemos robado, hemos transgredido, hemos difamado, hemos pecado premeditademente, hemos dado mal consejo, etc. Esto se debe a que lo que nuestros hermanos pecaron nos afecta directamente por el motivo que mencionamos, que si a uno le duele la muela, también afecta a los otros órganos, es por ello que debemos reprender a los infractores y enseñarles a transitar por la buena senda, pero debemos tener cuidad en la manera en que nos dirigimos a ellos, pues debemos tener éxito y no fracasar, motivo por el cual debemos hablarle en tono dulce y suave36.
Debemos también saber, que no solo con la boca dictaminamos los juicios que a cada instante las circunstancias de la vida nos ponen por delante, inclusive lo hacemos con el pensamiento o una acción.
Existía un hombre quién poseía un fiel perro guardián. Cierto día, ese señor debe salir por unas horas y deja a su pequeño hijo de dos años de edad solo con el animal. A su regreso, a altas horas de la noche, halla la cama del niño vacía y llena de sangre, corre al sitio donde se hallaba su can y éste permanece totalmente sofocado con su boca bañada en sangre.
El dueño de casa comprende inmediatamente la situación y golpea brutalmente con una piedra sobre la cabeza del animal, por lo que este pierde su vida.
Más tarde, ¡Oh sorpresa!, halla a su hijo llorando a unos metros de la casa, el hombre levanta la cabeza, y un poco más allá, un peligroso lobo yace muy mal herido detrás de la casa, en el patio.
Ahora si, la auténtica verdad llega a la mente de este individuo, el lobo pretendió atacar a la criatura que seguramente dormía plácidamente, el fiel can heroicamente hace frente a la fiera con la que se trenza en feroz lucha, lo que permite al niño aterrorizado huir hacia fuera.
Comprendemos ahora por que debemos ser circunspectos en el juicio que viene a nuestras manos a cada instante, pues si nos apresuramos y dictaminamos la resolución antes de haber procesado y digerido la causa como es debido, entonces ¿Quién puede devolver la vida al perro?.
•25 - Introducción del Rab Pinjas Kahati a la Mishná 1.
•26 - Rashi en su comentario a la Mishná
•27 - Iermía 21: 12
•28 - Guemará Sanhedrín 7b
•29 - Proverbios 7: 4
•30 - Guemará Sanhedrín 7b
•31 - Salmos 75: 3
•32 - Comentario de Metzudat David a Salmos 75: 3
•33 - Job 1: 1
•34 - Vaikrá 16: 1
•35 - Extraído del libro "Maianá shel Torá", perashat "Ajarei mot".
•36 - Basado en el libro "Taamei Haminhaguim", sección Iom Kipur.
Mishná 1: 6ª parte
Moshé recibió la Torá de (Hashem que se reveló en el monte) Sinaí y la entregó a Ieoshúa. Ieoshúa a los ancianos, y los ancianos la entregaron a los hombres de la Gran Asamblea. Ellos dijeron tres cosas: sean circunspectos en el juicio, establezcan muchos alumnos y hagan vallado a la Torá.
Establezcan muchos alumnos
37A la inversa de Raban Gamliel, quién dijo: “Todo discípulo que no sea su pensamiento interior como su exterior (lo que expresa con su boca), que no ingrese a la sala de estudio”. Tampoco como la academia de Shamai, quienes solían manifestar: “No enseñe la persona sino a aquel que es sabio, de accionar humilde e hijo de padres dignos”. Sino que deben obrar como la escuela de Hilel, quienes mencionaban: “A toda persona enseñarás, pues muchos pecadores hubo en Israel, quienes se acercaron al estudio de la Torá, y salieron de ellos hombres rectos, piadosos y aptos38”, y agregaron: “Según las estadísticas, mil personas ingresan a estudiar Torá, capacitados para entender los cinco libros de Moshé y los profetas, egresan cien; para comprender el compendio estructural de leyes (Mishná), salen diez, y para saber la explicación de este compendio en profundidad y el análisis de los distintos temas, es decir los libros del Talmud, sale solo uno39.
Ocurrió un suceso41 con un alumno que se aproxima a Rabí Ieoshúa y le consulta acerca de la plegaria nocturna ¿Es obligatoria u opcional?.
Le contesta: “Es opcional”. (esto es, en caso de tener entre manos el cumplimiento de otro precepto, el cual es inmediato y de no hacerlo ahora, se perderá, es decir, ya no lo podrá realizar - Tosafot).
Más tarde se acerca al máximo dirigente rabínico de la época, Rabán Gamliel, a quién le formula su inquietud.
Le contesta: “Es obligatoria”.
El estudiante acota: “Rabí Ieoshúa me dijo que es opcional”.
Rabán Gamliel sentencia: “Aguarda a que ingresen a la academia los eruditos especialistas en leyes”.
Finalmente esto ocurre, y los rabinos ingresan y toman sus lugares. Es entonces cuando el muchacho que estaba aguardando, se pone de pie y expresa públicamente lo que ya había preguntado a ambos maestros, dejando abierto el interrogante. Es entonces cuando Rabán Gamliel reitera: “Es obligatoria”. Y además agrega: “Ningún argumento posee persona alguna para divergir en esta cosa”.
Responde Rabí Ieoshúa: “Así es”. (dándole la razón)
El titular de la academia prosigue: “En tu nombre me han dicho que sostienes que es opcional!”. “¡Ieoshúa, ponte de pie y atestiguarán sobre ti!”.
Rabí Ieoshúa se para, cumpliendo con la orden, y declara: “Si fuera que yo estaba vivo, y él (quién formuló la pregunta) muerto, puede el que está con vida debilitar al otro. Ahora que yo estoy vivo y él está vivo, ¿Cómo puede el vivo debilitar al vivo?. Por la fuerza debo reconocer que dije que es opcional40”.
Rabán Gamliel proseguía sentado, ofreciendo su tradicional disertación, mientras Rabí Ieoshúa yacía parado. Hasta que se sofocó el público presente e hizo callar al intérprete, porque el presidente tenía un intérprete que repetía en voz alta lo que él decía para que todos escuchen, ya que así se estilaba por aquellos tiempos.
Este se detiene y la gente comienza a manifestar: “¿Hasta cuándo lo va a hacer sufrir y va a seguir así?”. “El año pasado lo hizo ir a la ciudad de Iabne cargando su bastón y dinero en Iom Kipur. Según había calculado Rabí Ieoshúa la fecha en la que esta efeméride recae, 42provocándole que profane esta celebración” - ya que en ella está prohibido cargar cosa alguna al igual que en Shabat.
“También, recuerden aquella vez en que Rabí Tzadok formuló su duda sobre cierto primogénito, Rabán Gamliel obró igual que aquí, lo hizo poner de pie y permanecer en esa posición hasta que el público detuvo al intérprete de la conferencia que estaba propinando el Rabino Principal43. Ahora nuevamente lo hace sufrir, ¡destituyámoslo de la presidencia!”, “¿A quién nombraremos en su lugar? ¿A Rabí Ieoshúa que es una persona de actitudes honorables?, (así va a sentir Rabán Gamliel más sufrimiento- Rashi. Entonces no conviene nombrarlo) ¿A Rabí Akiva?. No, porque no tiene una ascendencia de alto linaje (y Rabán Gamliel puede orar porque alguien sin este requisito le provocó el sufrimiento de haberlo destronado, y así recibiría Rabí Akiva podría recibir un castigo – ver Rashi). Designemos a Rabí Eleazar hijo de Azariá, quién es sabio, acaudalado (los jueces, deben ser acaudalados para no tener tentación a torcer el juicio hacia ninguna de las partes, ya que no necesita el dinero de las coimas. Y este puesto lo convertiría en el líder del juzgado) y proviene de familia de linaje”.
Le ofrecen el puesto, y este responde: “Aguarden a que le pregunto a mi esposa y luego les confirmo si acepto el cargo”.
Se dirige hacia su mujer y le expone la situación. Ella plantea: “Quizá te sustituyan más adelante por otro”.
El sostiene: “Un día uno tiene una valiosa copa de cristal y al siguiente se quiebra, mientras esté, usémosla”.
Su señora prosigue: “No tienes canas, y es apropiado que el orador oficiante que ejerce la presidencia las tenga”.
Ese día se produjo un milagro y le aparecieron dieciocho sectores de barba blanca. Por tal razón sostuvo “Soy como un septuagenario” - a pesar de tener solo dieciocho años.
Acepta el puesto y ese mismo día se permitió a los estudiantes el ingreso, ya que Rabán Gamliel pregonaba: “Todo alumno que su (pensamiento) interior no sea como su (actuar) exterior, absténgase de ingresar a la academia de estudios”. Y ahora se agregaron según información de Aba Iosef hijo de Dostai, cuatrocientos bancos, y según Rabanan, setecientos, porlo que se debilitó el estado anímico de Rabán Gamliel, tras lo que mencionó: “Quizá impedí el estudio de la Torá a Israel”. Y se lamentó por esto y temió ser castigado.
Luego vieron que pese a ser destronado, no se abstenía de venir a la academia, ni se perdía clase alguna. Entendió entonces el pueblo que no obraba así por maldad, sino que sus intenciones eran buenas, solo que era una persona dura. Por tal razón lo reintegraron a su puesto, pero esta vez sería compartido con Rabí Eleazar hijo de Azariá, quién logró, como hemos visto, aumentar notoriamente el cupo de académicos que asistían a la casa de estudios, haciendo que se cumpla lo que en el futuro decretaría la Gran Asamblea: “Establezcan muchos alumnos”.
Cabe explicar por que se utilizó esta expresión: 44establezcan (en el lenguaje original de la Mishná versa “paren”, a en esta palabra se basa la interpretación que veremos), es a causa que desde Moshé Rabeinu (nuestro maestro Moshé) hasta Rabán Gamliel, se estudiaba de pie, 45solo el maestro poseía un asiento. De todos modos, no es esta la finalidad absoluta de la palabra, es decir que estén sentados o parados. ¿Por qué entonces no fue dicho “Enseñen a muchos alumnos”?. Es porque el que hace las veces de profesor debe lograr que los aprendices se “puedan parar sobre sus propios pies, sin caerse”, inculcándoles en su interior el entendimiento verdadero y auténtico de la Torá, ya que esto es hacer que se “paren” y se mantengan en el futuro sin padecer altibajos, y este es el trabajo del maestro, que pese a tener muchos alumnos, debe cuidar de brindar a ellos la enseñanza de esta manera, sembrando raíces auténticas, genuinas y valederas.
Explicación escrita: Leilui Nishmat: Abi u mori "Israel ben Peshl"
•37 – Comentario del Rab Pinjas Kehati
•38 – Extraido del libro: “Abot de Rabí Natán”
•39 – Kohelet Rabáh 7.
•40 – Rashi
•41 - Tratado del Talmud: Berajot 27b
•42 - Tratado del Talmud: Rosh Hashaná 25ª.
•43 - Tratado del Talmud:Bejorot 36ª.
•44 – Tosafot Iom Tob
•45 - Tratado del Talmud: Meguilá 21